sábado, 27 de julio de 2019

Un Plan Inperfecto


Un Plan imperfecto
-Señor necesitamos ayuda, nos han derrotado, solo quedamos algunos con vida, nos están destruyendo, todos nuestros soldados caen como moscas.
-Lo siento capitán, pero no puedo mandar tal orden, pues aquí en la base también nos han emboscado y estamos en una batalla cara a cara contra eso ¡perros malditos! -dijo el comandante de la revolución refiriéndose a los soldados enemigo los cuales están bajo el mando del malvado dictador Dallas, el cual solo quería gobernar al mundo entero- tendremos que replegarnos hacia el noreste, trae a todos los hombres que puedas de tu misión, incluso heridos, mientras más mejor.
-Muy bien capitán, confío en usted- dijo Reyner cortando la llamada, tratando de proteger a todos los soldados posibles y llevándolos a los vehículos para su ida.
Una vez en ya en los vehículos, Reyner pidió conteo de los soldados, en total había 136 de 800 de los cuales 85 estaban heridos, y 12 estaban agonizando, los otros 39 estaban casi operativos, contando al capitán Reyner, por medio de los radares pudieron llegar a la base, en donde el comandante se hallaba.
-Nos quedamos sin comida ni agua que haremos ahora, al parecer no atacaron las medicinas, las dejaron intactas, mmm…; que extraño-dijo sumisamente.
-Comandante, ya hemos llegado.
- Me alegro, ¿y cuantos hombres trajo con usted?
-Solo 136, pero me temo que en camino murieron 8, lo siento mucho señor, le fallamos- arrodillándose ante él, con una expresión de impotencia y disgusto.
-No te preocupes por ello, rápido traigan a sus heridos y métanlos en las carpas.
-Sí señor, ¡Traigan a los heridos! - grito con una voz un poco solloza por el sentimiento de haber perdido contra el dictador Dallas.
-Un momento-dijo el comandante- muéstrenme las medicinas- al verlas se percató de que estaban alterados todos sus medicamentos, para una muerte dolorosa.
- ¿Algún problema señor?
-Sí, todos estos medicamentos están alterados, temo que tendremos que dejar a los heridos tal y como están, pues estos solo les harán más daños.
El comandante sentía la impotencia de Reyner, el no poder hacer nada por su gente y solo pensaba en qué sería de la revolución y solo mando a registrar la zona, después de tres días crearon un mapa en un radio de 20klm.
-Cerca de esta zona hay 3 campamentos de Dallas los cuales 1 de ellos está demasiado cerca, que no nos hayan encontrado es un milagro, mañana al atardecer atacaremos ese campamento, capitán reúna a sus hombres y avíseles del ataque-sí, dijo Reyner asintiendo con la cabeza- prepárense muchachos pues estamos muy cerca de la muerte.
A horas de la tarde del día siguiente fueron 3 secciones en grupos de 25 soldados, ni bien entraron todos a sus campamentos el comandante grito- Ataquen-y en se libró una batalla de 2 horas en la cual ganó el comandante, esa misma noche llevaron a todas las provisiones del campamento derrotado al suyo, obtuvieron medicamentos y mucha comida, entre ellas había pan, papas, arroz y leche, aparte de abundante agua, y por lo que se vio eran recién entregadas pus su vencimiento será hasta dentro de siete meses.
Tres días después alistaron 100 soldados de la revolución, Reyner llevo a 50 al campamento 3 para su destrucción.
-Esperamos su señal comandante-dijo por el radio.
-Atacaran en cuanto solo quede de dos a tres soldados vigilando los campamentos. Reyner vio que quedaron dos soldados en guardia y dio la orden- Disparen- y todos sus hombres entraron en combate y en treinta minutos ya se tenía nuevas armas, medicamentos y comida.
-Excelente trabajo Reyner- dijo el comandante- ¿cuál es tu reporte de bajas?
-Tenemos cuatro muertos y siete heridos-dijo con cara sumisa, sin mirar directo a su comandante.
-No te preocupes todas esas muertes serán cobradas con la muerte de Dallas, ningún hermano morirá en vano, y en cuatro días Dallas será el perro que suplique piedad, esto valdrá la pena.
-Así que esa revolución piensa ir contra mí, ja jajá, des pues de tanto tiempo esos imbéciles tienen la osadía de enfrentarme, si es necesario mandare a todo el país contra esos comunistas, pero bueno, Capitán reúna a todas sus filas quiero a cada uno de esos revolucionarios suplicando de rodillas-dijo a su capitán de combate.
-Sí señor, ohh Dallas el rey-arrodillándose y besando su mano, para Dallas era una obligación que cada que se dirigiesen a él sea con ‘‘ohh Dalla el rey’’ pues su ego era inmensurable.
Ya en cuestión de horas el Capitán Derek, subordinado de Dallas, reunió a más de tres mil soldados en busca de la revolución y en especial de su líder.
-Bueno ya solo queda prepararnos para el combate final-dijo el comandante.
-Señor- dijo un mensajero de la revolución- el dictador Dallas se puso en meta cazar a la revolución de un solo golpe, mando a traer a más de dos mil soldados en nuestra caza.
-Rápido-grito de comandante-alisten todo, tenemos que salir de aquí, corran hacia las montañas y mañana ejecutaremos el plan perfecto.
Esa mañana salieron y ejecutaron el plan, las tropas del comandante se  desplazaron haciendo un círculo alrededor de casa de Dallas, pues si lo mataban, todo acabaría, la libertad sería el premio, se ideó un patrón de disparo para despistar a las tropas de Dallas, al acercarse a su casa, Dallas tenía todo un plan para capturarlos, pues el plan de Dallas era torturarlos, en menos de diez minutos la revolución sucumbió ante Dallas y solo quedando el comandante con una esperanza, siendo él esa esperanza, no quiso dejar de pelear por un país libre, con derechos y honestidad, la única solución eran unas… unas…
El coronel salió del agujero donde estaba escondido y miro a Dallas con asco y él a su vez miraba al coronel con total confianza de haber ganado y poder ser el líder mundial.
 -Acabare de una vez por todas con esto, ohh Dallas el asco- Dallas solo sonrió- te quitare esa mueca de tu rostro, esto valdrá la pena- el coronel corrió hacia Dallas y se quitó la chaqueta dejando ver cartuchos de dinamita.               


Plan perfecto:
1.    Disparos continuos y unánimes.
2.    No rogar por nuestra vida.
3.    No delatarnos por conseguir momentos más de vida.
4.    Ayudar a los compañeros.
5.    No morir.

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